top of page
Buscar

India y Maldivas

  • Foto del escritor: aroundtheglobo
    aroundtheglobo
  • 3 oct 2018
  • 10 Min. de lectura

Dicen que la India la amas o la odias. Bien es cierto que hay que ir con la mente abierta y predispuesta. En mi caso, tuve sentimientos contrarios durante todo el viaje. Creo que las palabras que mejor la definirían serían: caos, pobreza, suciedad, ruido, olor, cultura, arquitectura, color, religión, tradición y emoción.

La única manera de saber si la amas o la odias, es visitarla al menos una vez en la vida. Además es un viaje fácil de combinar con otros destinos como Nepal, Sri Lanka o Maldivas. En mi caso, después de tanto caos y ajetreo decidí que la mejor manera de relajarse durante unos días sería Maldivas.

El precio de este viaje fue de aproximadamente 3.000€/persona, la parada en Maldivas lo encareció bastante, pero mereció la pena.

Además del Triángulo de Oro (Agra, Delhi y Jaipur), decidimos añadir otra parada, Varanasi, capital spiritual de India y una de las más antiguas del mundo. Éste sería nuestro primer destino. Algunas de las recomendaciones para este viaje es que llevéis ropa larga y muy finita, ya que a pesar del abrumante calor solo podréis entrar en muchos templos con piernas, hombros y cabeza cubiertos, por este motivo, incluir un pañuelo en vuestra maleta. Adicionalmente, intentar llevar zapatos cerrados durante todo el viaje ya que hay mucha suciedad en las calles. Y consultar con vuestro medico si es necesario tomar malarone o vacunarse contra la fiebre tifoidea en caso de que aún no lo estéis.

Dos aplicaciones imprescindibles para que debéis descargaros antes del viaje son Uber y Ola Cabs. Aunque mi recomendación es que uséis Ola Cabs ya que los precios son más baratos y la oferta es mayor.

Para poder entrar a India, debéis obtener previamente el visado (50€), el proceso a través de la página web http://www.evisaindia.org.in/ es muy sencillo. Salimos el domingo 4 de junio por la tarde, y llegamos a Delhi al día siguiente por la mañana. Nada más cruzar la aduana en el aeropuerto, intentamos hacernos con una tarjeta sim gratuita que el gobierno ofrece a todos los turistas con una e-visa, en nuestro caso la persona encargada se encontraba fuera del puesto y no pudimos esperar ya que teníamos que coger el siguiente vuelo a Varanasi. Una vez allí, la compramos en una tienda física de Vodafone en Varanasi. En el control de aduanas encontraréis información sobre cómo encontrar el puesto. Para poder usar Ola Cabs será imprescindible tener dos usuarios y por lo tanto dos tarjetas sim. Si no conseguís obtener las tarjetas gratuitas, en la tienda de Vodafone os solicitarán una foto de carnet, pasaporte, fotocopia de pasaporte y fotocopia del visado. El precio de nuestras tarjetas fue de 5€ por 1GB y 70 minutos en llamadas, algo más que suficiente. Una vez el número esté disponible (tarda unas horas), debéis llamar al número que os proporcionen para que lo activen.

El alojamiento que escogimos en Varanasi fue Ganpati Guest House (aprox. 22€/pp) con ellos concertamos el transfer desde el aeropuerto (aprox. 11€). Se encuentra situado en la zona peatonal del centro y el acceso es algo complicado asique os recomiendo que no cojáis un taxi y que concertéis con vuestro alojamiento el transporte ya que es bastante fácil perderse y ellos os acompañarán y os llevaran las maletas hasta allí. La primera vez que os montéis en un coche lo más probable es que penséis que vais a tener un accidente y que vuestro viaje habrá llegado a su fin, tranquilos, es una sensación normal y con el paso de los días os iréis acostumbrando a ella, aunque nunca del todo...

Ganpati Guest House es un hostal situado a las orillas del Ganges con unas vistas inmejorables y encima del Meer Ghat. Los Ghat, son las escaleras dónde los hindúes realizan sus rituales. La única pega que le pondría a este alojamiento es que no disponen de toallas ni gel/champú por lo demás estaba bastante limpio y muy bien ubicado.

Antes de adentraros en sus calles, os recomiendo que os leáis la historia de Varanasi. Una ciudad sagrada, donde miles de personas, especialmente enfermos y ancianos, vienen a pasar sus últimos días de vida para posteriormente ser cremados en los Ghats. Sin embargo, veréis que hay personas que no son incineradas y las adentran entre sabanas, flores y velas en el río Ganges, pero todo esto os lo explicará algún guía o local. A pesar de ser un río sagrado, el Ganges es uno de los ríos más contaminados del mundo y nadar puede llegar a ser peligroso para la salud, con lo cual os recomiendo que evitéis tentaciones.

Además de recorrer sus calles, Ghats y asistir a los diversos rituales que os dejarán sin palabras, recomiendo dar un paseo en barca por la mañana viendo el amanecer y desde dónde podréis observar todo desde un ángulo distinto (aprox. 2€). Para visitar el Golden Temple intentad hacerlo lo más temprano posible ya que las colas para entrar son bastante largas, para poder entrar únicamente os dejarán meter el pasaporte, no llevéis llaves, cámara, cartera ni relojes porque os harán dejarlos en unos casilleros junto a vuestros zapatos, eso sí intentar llevar unos calcetines viejos ya que el suelo está mojado y sucio. Acordaros de la puerta por dónde habéis entrado ya que hay varias salidas y puedes llegar a perderte entre sus minúsculas calles. Las fotos en los crematorios están prohibidas, a pesar de todo, habrá gente que intente pediros el móvil o la cámara para sacarlas por vosotros a cambio de unas rupias.

Para comer/cenar probamos una de las especialidades de la zona, las dosas, en Dosa Café (aprox. 3€/pp), Varanasi Café & Restaurant (aprox. 5€/pp), Shree café Vegetarian Restaurant (aprox. 4€/pp) y Ganpati Restaurant (en el propio alojamiento, aprox. 6€/pp). Como recomendación, no pidáis embutidos, carnes, leches o cosas sin cocinar en ninguno de los bares ya que las condiciones en las que mantienen todo no son las mejores.

Comenzar el viaje en Varanasi es un choque muy fuerte, pero también hará que el resto del viaje sea más "light", en nuestro caso la siguiente parada era Agra, hogar del icónico Taj Mahal. Hasta allí llegamos en avión desde Varanasi (aprox. 1 hora) y nos alojamos en el DoubleTree by Hilton (aprox. 35€/pp) dónde llegamos en taxi. Después de dejar las cosas en el hotel, fuimos a ver el atardecer al parque Mehta Bagh (cierra a las 18:30), tiene unas buenas vistas de la parte de atrás del Taj Mahal y el precio de la entrada son 200Rs/pp.

La primera recomendación es que vayáis a visitar el Taj Mahal lo más pronto posible ya que las temperaturas son muy altas y hay multitud de gente. En nuestro caso reservamos un Ola Cab a las 5am para que nos dejara en la "east gate" lugar donde se compran las entradas (aprox. 13€) y recordar que está prohibido entrar con cuero (cinturones, carteras, etc.). En el puesto de al lado de las entradas, os entregarán una botella de agua y unos peucos para los zapatos, no los tiréis ya que son obligatorios para entrar al mausoleo. Tampoco tiréis la entrada ya que si posteriormente las entregáis en el Fuerte de Agra os descontarán 50Rs de la entrada (el precio normal son 650Rs). Dado que las temperaturas durante estos días alcanzaban los más de 45ºC pasamos mucho tiempo en el hotel debajo del aire acondicionado y la piscina. Pero tuvimos la oportunidad de salir a cenar por la noche a la azotea del hotel M-House (aprox. 8€/pp) el restaurant se llama Tea'se Me, terraza muy agradable con buenas vistas y comida bastante razonable. Otra de las noches cenamos en Pinch of Spice (aprox. 15€/pp), su especialidad como bien indica su nombre es el picante, mucho cuidado!

Comprar los billetes de tren por internet puede llegar a ser una tarea complicada, pero aquí os dejo una link dónde explican cómo hacerlo fácilmente https://www.conmochila.com/billetes-de-tren-india mi recomendación es que cojáis los billetes en clase AC1 son compartimentos privados con aire acondicionado y literas para poder dormer que incluyen sábanas y almohadas limpias. Los precios son bastante ridículos en comparación con los europeos con lo cual no supondrá un gran desembolso. Una de las cosas a tener en cuenta para los viajes en tren, es que los retrasos y paradas son bastante habituales, con lo cual hay que tener mucha paciencia y planear con antelación. En nuestro caso, el tren de Agra a Jaipur se retrasó 1 hora y media y el viaje duró aproximadamente unas 7 horas.

Una vez llegamos a Jaipur fuimos directos al hotel Pearl Palace (aprox. 19€/pp) que se encuentra a tan solo 15 minutos andando de la estación de Jaipur, en una zona residencial muy tranquila y agradable con restaurantes y supermercados cercanos, además las habitaciones son muy amplias y limpias. Dado que el viaje había sido algo largo, el primer día solo visitamos el Bapu Bazar y aprovechamos para hacer algunas compras como especias. No lo he mencionado anteriormente, pero nunca paguéis el precio que os den en un primer momento, siempre tendréis que regatear y aun así seguiréis pagando más de lo que realmente pagan los locales. Además, deberéis tener paciencia ya que en todas las tiendas os perseguirán para que compréis en la suya. Después de nuestra visita al bazar fuimos a cenar en Peacock Rooftop (aprox. 5€/pp), una terraza muy agradable, con comida muy variada y de buena calidad a tan solo 6 minutos andando del hotel. Algunas de sus especialidades son el butter chicken, los hakka noddles, el crispy fried chicken y el chicken malai tikka.

Al día siguiente lo primero que visitamos fue el Fuerte de Amer (200Rs/pp), está situado a aproximadamente 11km de Jaipur, pero en Ola Cabs no os costará mucho llegar hasta allí. A pesar de que se puede llegar hasta arriba del fuerte en elefante o Jeep, mi recomendación es que lo hagáis a pie ya que tan solo son unos 5-10 minutos. En el taxi de vuelta a Jaipur pedimos al taxista que hiciera una parada en Jal Mahal para poder observarlo desde la orilla. Más tarde visitamos el City Palace (500 Rs/pp), antigua sede del Maharaja de Jaipur y toda una joya arquitectónica al igual que el palacio Hawa Mahal, que también formaba parte del City Palace y servía para que las mujeres pudieran observar las calles sin ser vistas. Por la tarde/noche volvimos a visitar el bazar, recorrer algunas calles y cenamos de nuevo en el Peacock Roofttop.

La última ciudad para visitar durante nuestro recorrido en la India era Delhi, a dónde llegamos en avión desde Jaipur ya que era más rápido, cómodo y barato que en tren/coche. Allí nos alojamos en el hotel The Claridges (aprox. 54€/noche), en una zona muy tranquila y segura, cerca de todas las embajadas. Después de todo lo que habíamos visto y recorrido a lo largo del viaje, Delhi nos pareció una ciudad mucho más moderna y desarrollada, pero a la vez los precios también eran más europeos. Ese mismo día aprovechamos para explorar los alrededores de la zona, el Lodhi Garden (gratuito), un parque muy bien preservado y con más de 360,000 m2, y que alberga varias tumbas. Luego paseamos hasta el Khan Market, un mercadillo "pijo" dónde aprovechamos para cenar en Big Chill (aprox. 10€/pp).

Nuestros dos últimos días en India intentamos visitar dos de los monumentos más icónicos de Delhi, el Fuerte Rojo que permanece cerrado los lunes y en el Swaminarayan Akshardham dónde no pudimos acceder ya que no permiten meter ni cámaras ni teléfonos, algo que no habíamos planeado y se encuentra a una media hora aproximadamente del centro de Delhi y no merecía la pena volver para ello. Aunque existen unas taquillas para guardar estos objetos, decidimos no hacerlo ya que no tienen cerraduras o ningún tipo de seguridad. A pesar de no poder visitar ninguna de estas dos atracciones turísticas, sí que tuvimos el privilegio de pasear por la parte antigua de Delhi (Chandni Chowk), Rajpath avenida dónde se encuentran la mayoría de oficinas del gobierno y que acaba en la Puerta de India, visitar el Jama Masjid (gratuito, aunque os intentarán cobrar), Qutb Minar (aprox. 6€), el templo Gurudwara Bangla Sahib (gratuito, llevar pañuelo para poder entrar) y para terminar visitamos Gandhi Smriti, lugar donde Gandhi pasó sus últimos días vida. Las comidas y cenas de estos días fueron en Connaught Place, distrito financiero, 38 Barracks (aprox. 10€/pp) y Ministry of Beer (aprox. 10€/pp), pedir la Bira White.

Y después del caos llega la calma...Maldivas!

El miercoles 14 por la mañana cogimos un Uber (aprox. 2.5€) desde el Claridges hasta la Terminal 1 del Aeropuerto Indira Gandhi. Allí cogimos nuestro primer avión para poner rumbo al paraíso. Después un una pequeña escala en Kochi aterrizamos a las 14:00 en el aeropuerto de Male, allí nos recogió una furgoneta de nuestro hotel para llevarnos hasta la zona del aeropuerto desde dónde salen los hidroaviones hacia los resort más alejados. En algunos casos, se puede llegar hasta ellos en barco, es una opción más económica ya que los precios de los hidroaviones son bastante caros en todos los hoteles, pero a la vez es una experiencia única. Una de las cosas que recomiendo para este destino es reservar un hotel con todo incluido, ya que la oferta de restaurantes en las islas es escasa y por lo tanto aprovechan para subir los precios lo máximo posible.

Aterrizamos en Komandoo Island Resort & Spa (aprox. 250€/pp) alrededor de las 17 de la tarde, allí nos recibieron con tambores, cantos, zumos naturales y toallas húmedas. A partir de ahí por lo único que teníamos que preocuparnos era de disfrutar y descansar. Además de hacer snorkel, nadar con tortugas y tiburones, aprovechamos para hacer otro tipo de actividades como kayak, yoga y windsurf y paseos en barco viendo el atardecer. La comida y las bebidas eran de gran calidad y muy variadas. A los dos días nos ofrecieron un upgrade a otro hotel de la cadena Hurawalhi Island Resort, el hotel era mucho más grande y nuevo, además de ofrecer un mayor número de actividades como tenis, fútbol, recreativos, etc. Pero el objetivo era el mismo relajarse y disfrutar de este pequeño paraíso.

Para volver debéis tener en cuenta los horarios de los aviones, hidroaviones y barcos, ya que muchos de ellos no vuelan durante ciertas horas. En nuestro caso a la vuelta tuvimos que pasar una noche en la capital de Male para poder llegar a tiempo al día siguiente a coger nuestro vuelo, a pesar de todo en el hotel nos ofrecieron coger el último hidroavión del día para para así poder disfrutar hasta el ultimo instante de las aguas cristalinas. No os lo voy a negar...es probable que derraméis alguna lágrima cuando llegue el momento de marchar, pero mientras tanto disfrutar!

 
 
 

Entradas recientes

Ver todo

Comments


  • b-facebook
  • Instagram Black Round
bottom of page